FELIZ NAVIDAD
En el calor del hogar. Os deseo de corazón con estas pequeñas tradiciones y costumbres. El cansancio no nos puede cuando hay amor.
Cada cual tiene en su memoria las costumbres que vivió en el calor
del hogar en esta época del año, como por ejemplo: felicitaciones con christmas
para los amigos, llevar a nuestra Parroquia alimentos y juguetes
para los más necesitados, Misa del Gallo o de Nochebuena, compartir
la comida de Navidad en compañía de los
abuelos o de quien estaba solo en casa y
tener un recuerdo por los que están ausentes; la “décima” o
el verso a la hora de los postres con barquillos y turrones, la
noche mágica de Reyes, etc. Estas
costumbres y otras, que han hecho tradición en muchas familias, conviene
vivirlas con la misma ilusión y capacidad de cariño con que nos las
transmitieron.
Reflexión aparte merece el Belén y su preparación. Aquí sí que
conviene la participación de todos los que conviven en el mismo techo. Esencial
es tener al alcance el musgo y ramitas, piedras pequeñas, papel de plata para el
río y para las estrellas, los corchos para la cueva, cerros y montañas, la
cartulina azul para hacer un cielo de fondo en el que tus hijos recortarán y
pegarán las estrellas; podemos hacer una salida de la ciudad para ir a buscar
el musgo, es mejor que comprarlo, así los nuestros asociarán las fiestas de
Navidad con la excursión familiar. No olvidemos tijeras, colores, chinchetas y
celo, nos harán falta, sobre todo para colgar la estrella de Navidad encima de
la cueva.
Y, por último, las figuras que
representan el Misterio. Hagámonos niños y aprovechemos su colocación para
explicar a nuestros hijos el significado que para cada uno de nosotros tiene. Por
ejemplo: Los pastorcillos, gente de buena voluntad y humildad que fueron los
primeros en recibir el anuncio del nacimiento del Hijo de Dios. Los Reyes que
siguieron con constancia el camino que les conducía a adorar a Jesús. La mula y
el buey que con su aliento daban calor al Niño Jesús.
Al instalar en nuestro pesebre a José,
Maria i al Niño, hemos de buscar el lugar central para ello, donde se fijen
todas las miradas, iluminándolo si podemos. En el instante de colocar al Niño
en su cuna de pajas, aprovechemos para ser sencillos de corazón y con toda la
ternura que provoca un Nacimiento que ha conmovido a toda la humanidad, digamos
palabras de amor y cantemos haciendo participar a nuestros hijos de tanta alegría
y amor.
En la Cueva de Belén dejamos todos nuestros proyectos e ilusiones para el 2019 y pedimos que se nos conceda la paz en TODO el mundo, fruto de la bondad de nuestros corazones.