dijous, 30 d’agost del 2012

Recuperar en septiembre

Recuperar asignaturas en septiembre

Un niño que no se sienta querido difícilmente puede ser educado.

Johann Heinrich Pestalozzi

Se cuenta de Edison que, de todos sus logros, quizá el de la bombilla incandescente requirió un particular esfuerzo.
Durante ochocientos días, con bastantes de sus noches, apoyado por sus colaboradores, tuvo la paciencia de experimentar con más de mil fibras diferentes, tanto vegetales como minerales y animales. Durante las últimas semanas, uno de sus colaboradores le preguntó por qué persistía de esa forma en aquel empeño, tras casi mil intentos sin haber conseguido otra cosa que fracasos.
Edison le respondió con sencillez:
- «No son fracasos. En cada experimento he descubierto un motivo por el que la bombilla no funcionaba. Gracias a eso, he logrado saber ya mil formas de cómo no se debe hacer una bombilla».

Empieza curso y nuestros escolares deben empezar con sus materias recuperadas. Algunos han puesto codos este verano para obtener buenos resultados en las materias suspendidades. Probablemente acompañados de sus padres, de un hermano mayor o de un amigo que ha animado su esfuerzo para trabajar y prepararse para exámenes de septiembre.

No se pierde nunca el afecto y motivación demostrado por la familia para educar a los hijos en la constancia y para ayudarles a resolver sus estudios. Edison siempre tuvo el apoyo de su madre cuando iba al colegio y nos "iluminó" la vida.


Desde este bloc de vida de familia os deseo éxito en el empeño de educar sin que nunca falte aquel punto de cariño, de buen humor y de presencia mientras los hijos hacen sus deberes.

Os dejo una buena noticia: Para el 11 de octubre podré ofreceros un título de educación familiar nuevo que encontraremos en las librerías....
En el próximo post os dejaré el programa del curso en el que participaré de la Universidad de Navarra, los dias 6 y 7 de septiembre sobre "El papel de los abuelos" al que iré con mucha ilusión...

dijous, 2 d’agost del 2012

Ser consejero, no mandón y ... sonreir

Ser consejero, no mandón y... sonreir


“No se puede ser a la vez tirano y consejero”, dice Gandalf en “El Señor de los anillos”. Una frase como esta ya nos predispone a entender que no hemos de tiranizar a los hijos sino acompañarlos. Bien que apreciamos nuestra libertad personal; todos nos enojamos cuando nos presionan, nos controlan o nos quieren organizar. ¿Por qué no nos aplicamos este pensamiento y valoramos las diferentes maneras de actuar de nuestros hijos para ser más sus amigos y consejeros que mandones?

Si es necesario dar nuestra opinión para evitar un mal, lo tendremos que hacer; pero, si queremos ser personas prudentes y discretas, no nos tendríamos que permitir el lujo de invadir espacios que no nos corresponden, ni haría falta dar nuestra opinión de todo al hijo adolescente, a un familiar, al compañero o al amigo. Si lo hiciéramos, quizá coartaríamos su iniciativa y su libertad y no seríamos lo bastante respetuosos con su intimidad.

Los padres, antes de tomar una decisión, tenemos que preguntar y asesorarnos. No es conveniente ir tan seguros y prepotentes por la vida que parezca que no necesitamos nada de nadie (aquello de “… a mi nadie tiene que decirme cómo tengo que educar a mi hijo”). Si no escuchamos nos equivocaremos: quizás aquella vecina a la que dejamos el niño cuando precisamos salir sin él y ve cómo juega y se comporta con sus amigos, nos podría dar algunas ideas para saber tratarlo mejor.

No seamos dogmáticos; hoy, para convivir armónicamente con los que nos cobijamos bajo el mismo techo, tenemos que saber captar las distintas sensibilidades para no quedarnos con prejuicios, etiquetas o criterios desfasados, sobre el día a día de nuestros hijos en la escuela o en el tiempo de ocio.