diumenge, 26 de maig del 2013

Los valores se descubren

Los valores se descubren


Valores de siempre para los padres de hoy

"Procure no ser un hombre con éxito, sino un hombre con valores"
Albert Einstein


Un valor no es tangible pero es algo que atrae y que, en los padres, tiene su fundamento en ser mejores personas.

Se trata de demostrar con obras la fuerza interior que da a cada madre o padre para mantener una actitud positiva y enfrentarnos a nuestro día a día con ánimo renovado para acompañar a nuestros hijos en su proceso educativo.

Son los valores de la convivencia fundamentales para educar en casa. Por ello os doy unos ejemplos: Unas gracias amables por un favor recibido. Un valorar una tarea bien hecha. Un explicar con paciencia algún encargo que podía haberse llevado a cabo con más pulcritud. Un pasar por alto el enfado o el mal humor de un adolescente. Un reconocer que hemos perdido los modales y nos hemos enfadado y un saber decir: “perdona, he hecho mal”, con humildad, ayudaran a nuestros hijos a descubrir los valores del agradecimiento, de la serenidad y del perdón mucho más que mil y un discursos sabiamente elaborados y explicados.

El valor que brilla y necesitan hoy de verdad nuestros hijos es el afecto y el cariño de sus padres. Con afecto los padres demostraran su amor. Siempre el cariño, la afabilidad, la comprensión para tratar a nuestros hijos en todas las etapas de su vida animará a imitar lo bueno que tienen sus padres o les quedará en su interioridad para formar sus criterios. 

Demos importancia al testimonio personal. Aunque hablamos de transmitir valores es mejor procurar que los niños, los adolescentes y los jóvenes los descubran en la vida de los padres. En definitiva conviene que nuestros hijos interioricen los valores que han descubierto en su familia y que actuando con libertad tengan sus criterios propios y ser felices.





.

dijous, 16 de maig del 2013

En la adolescencia... paciencia

 

En la adolescencia... paciencia


Plantearse pocos problemas es la mejor manera de resolverlos.


Jean Cocteau     Hoy unos puntos muy breves para tratar al adolescente y no "provocar" problemas.   Os anoto dos puntos para aplicar en casa:

1.- Concretar:
Procurar no decir vagamente a nuestro adolescente: «debes tener más orden», o “debes ser más responsable”. Conviene concretarle “en qué aspecto” y “para qué”. Y una vez concretado conviene ser constante en su realización. Por ejemplo: si debe hacerse la cama, y no lo cumple, nadie más se la hará... Si pasan días con esta pereza, podemos sancionarlo sin «la paga», si la tiene, y actuando con firmeza hasta que deje la cama hecha antes de salir de casa. Si cumple el encargo con constancia, se le valorará, se le agradecerá y se le felicitará sin añadir ningún regalo material. (Es su obligación, igual que la de estudiar).

2.- Llegar a acuerdos:
Sabemos que tendremos que pactar para ir subiendo el listón de las responsabilidades. Entre ellas, pueden tener primacía las referidas al fomento de sus buenos sentimientos: acompañar al hermano pequeño al colegio; visitar a los abuelos; hacer compañía y poner al día a su colega enfermo sobre los deberes del colegio… Pactar no es hacer lo que los padres hemos decidido. Tenemos que proponer sin imponer nuestro criterio; por lo tanto, aceptar que no siempre cederá; escucharemos sus razones, sus propuestas y cambiaremos de opinión, si es oportuno, con flexibilidad.

Recordemos estas actitudes:

1.- Paciencia:
Si proponemos al adolescente retos y tenemos paciencia, sabiendo esperar que los cumplan ganaremos prestigio delante de ellos e irán interiorizando criterios. Con autoritarismo, con un “has de obedecer porque lo mando yo” no llegaríamos al objetivo primordial que tenemos en la adolescencia. El de hacer que obedezcan con responsabilidad personal y libremente”.

2.- Cariño:
Recordemos que con afecto somos más flexibles. Por tener más experiencia, podríamos volvernos rígidos, y la rigidez no es conveniente para ninguna actuación educativa; nos vuelve orgullosos y poco humildes para encajar la adolescencia. En cambio, los hijos, siempre quedan desarmados ante unos padres que son dúctiles, sencillos y buenas personas.

divendres, 3 de maig del 2013

¿Sólo el nieto es nuestro consuelo afectivo..?

Cuando sólo el nieto es nuestro consuelo afectivo

"El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico".
Charles Dickens

Está muy claro que nuestro nieto/a puede ser y es un gran apoyo afectivo pero el orden del corazón nos hace tener una escala de valores en la que marido o la esposa han de ocupar un lugar preferente. De ello he escrito este mes de mayo en Hacer Familia, revista mensual. Os adjunto el artículo publicado, con el deseo que os sea útil para la reflexión persona.