Hoy mismo en Facebook he copiado esta imagen de un burrito. Un burrito que me ha recordado un magnífico libro "Platero y yo" lleno de pensamientos maravillosos y que introduce en el mundo de la ternura, de las emociones, de la dulzura, de la amistad... ¡Todo un programa!
Son pensamientos maravillosos que nos introducen en un mundo lleno de demostraciones de afecto que nos hacen reflexionar en la atención y cariño que deben recibir los hijos de los padres. Son pensamientos que nos ayudan a ser mejores y a repartir besos, abrazos o miradas afectuosas a los nuestros.
Unos pensamientos, en este libro pequeño que son geniales para llevarlos en el bolso, en la maleta, en el bolsillo o para tenerlo a mano en casa y saborearlo sin perder tiempo en algún programa insulso de televisión.
En definitiva tenemos un buen contenido para aliviar, consolar, acompañar y hacer felices a los demás.
¡Aprovechemos las vacaciones escolares para vivir con todo corazón la vida de niños y jóvenes!
Recordamos a Juan Ramón Jiménez:
Yo trato a Platero cual si fuese un niño. Si el camino se torna fragoso y le peso un poco, me bajo para aliviarlo. Lo beso, lo engaño, lo hago rabiar. Él comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, que ha llegado a creer que sueña mis propios sueños.
¡Feliz verano!
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